que el eco de este hechizo
te susurre en el oído
Que tu lengua se apodere
del deseo que me apura
Cuando sin querer cierro
los ojos y te veo
Como a un Dios inmaculado
frente a uno más de tus súbditos
Algo parecido al Azar
nos atrajo, vida mía
y ahora respiro dentro tuyo
-mientras me aspiro el tiempo-
como un demonio silencioso
y ávido
de tu amor
y quizá de tu sangre
No digas nada
Yo usaré la máscara que quieras
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