domingo, 25 de noviembre de 2007

Amaneció esta mañana...

...y desperté cantando blues

Existe una duda perniciosa contra los domingos. He decidido perdonarle al domingo su falta y acaso, he decidido también transmutarme en domingo, para que todo pase por mí indiferente, como una desolación cándida..., soy una calle vacía de un domingo cualquiera.
Me cruzan viciones de orgías y de amores púdicos; putas que se enamoran, vagabundos. Quizá sean las 9 am. Todo calla. Todo terminó, todo seguirá indefectiblemente.
Y un blues para mí, calle vacía de un domingo cualquiera.





3 comentarios:

InfameMary dijo...

Pocos pueden ver tu grositud como yo.

Blas de Lezo dijo...

Domingo, siempre es igual , las tardes se hacen lánguidos funerales de la fiesta o de la cena sensual del sábado que se sabía largo.
¡Domingos que realmente solo sois preludios de malditos lunes. !

Caetano Evon dijo...

sí,
= sin merca
:P