miércoles, 21 de noviembre de 2007

Epifanía, mi amor

Ya no había qué inventar
cuando tu paso de hombre transmundano
se cruzó con el mío.
-
Ya no había historias que tejer,
todo se ofreció impúdico
latente, sarcástico.
-
Como el cuerpo desnudo
de una mujer hermosa,
tal verdad yo te ofrecí.
-
Y escupí tres veces antes de decir:
"todo es farsa del ser"
todo es maquinación oscura
de días descontentos
y de fragilidad,
y de ensueño.
-
Y loca ilusión de una ilusión mayor,
cosa que se descubre
solo ante el espejo
que mira sin que vos quieras mirar
el abismo en el que no creés.
-
Como si te hubieras esforzado por saber
que no hay fondo en ninguna cosa
que todo se come a sí
y se devora
mientras vos devorás
la añoranza idiota
de otro igual a vos o a mí.
-
Es una historia que te han contado
mil y una vez,
pero no entendés, no recordás
no estás al tanto
de la boca que engulle todo placer
y todo dolor
y toda ausencia.
-
Mi nihil también es
una broma que te obsequio
ahora que comprendo
mi gran incomprensión,
y que no quiero de tu boca
más de lo que tu boca dé.

2 comentarios:

Sr Naranja dijo...

Me encanto tu poema, yo jamás podría escribir un poema así con esa música que producen tus palabras. Mientras más leo, más me siento más chiquitito de sobre como escribo y es verdad que no hay que compararse con los demás, pero bueno.

Por cierto, llegue a este blog divagando por otros blogs...

Exitos

Anónimo, como en el medievo dijo...

Voy a añadir tu blog a la lista de enlaces de mi blog. Te merecés difusión.