Soliloquio de Bernardo
Lo más difícil es sacarse la máscara, frente a uno mismo. Mirarse, y decir: esto es lo que soy, y no otra cosa. No soy, la proyección de mis deseos.
Y no estoy hablando de la máscara que uno se pone para decir “buenos días”, no estoy hablando desde el punto de vista de la hipocresía social, hablo del individualismo como base, hablo del auto-conocimiento, hablo de la mentira auto-impuesta. Hablo del terror de conocerse a uno mismo, de verse expuesto ante el ojo del espejo. Y del terror que causa la idea de no poder ser otra cosa distinta de lo que uno es: un punto en la nada, que a la vez, y sin embargo, contiene un universo en sí mismo. Un universo de ideas que terminan enrollándose con otro millón de ideas y de vidas y de corazones ajenos que nunca podremos retener, ni conocer del todo.
Y no estoy hablando de la máscara que uno se pone para decir “buenos días”, no estoy hablando desde el punto de vista de la hipocresía social, hablo del individualismo como base, hablo del auto-conocimiento, hablo de la mentira auto-impuesta. Hablo del terror de conocerse a uno mismo, de verse expuesto ante el ojo del espejo. Y del terror que causa la idea de no poder ser otra cosa distinta de lo que uno es: un punto en la nada, que a la vez, y sin embargo, contiene un universo en sí mismo. Un universo de ideas que terminan enrollándose con otro millón de ideas y de vidas y de corazones ajenos que nunca podremos retener, ni conocer del todo.
1 comentario:
Otra vez, felicitaciones!
Impecable!!!
Besos
Coni
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