lunes, 7 de mayo de 2007

Treinta y seis


Vivir, victima del sol impertinente,

Vivir y acatar las reglas de la dictadura universal,

Vivir y esperar a que llegue un día valioso,

cuando todo es infinitamente valioso si uno quiere,

asquerosamente soportable si uno resiste.


Demagogia del espíritu,

decir que te amaré por siempre

mientras huelo tus cenizas como un deja-vu

de lo que pasará


Porque dependo de tus ojos y sin embargo,

podría escupir en tus huellas y olvidarte

y odiarte de antemano para odiarte menos,

para ahorrarme el tiempo que voy a pasar amándote.


Menos lamentaré perderte

que soportar perderte tanto.

No hay comentarios.: