Cuando la virtud de las horas
se desvanece en extremo
toman incluso mis palabras
la forma vacua de la levedad
y el hastío se vuelve
desayuno y cena
de mis días in abstractum
no se diferencia un ocaso
de una puesta de sol
y todo es ruido y movimiento
innecesario o prescindible
todo es adorno vano
en mi prisión de conciencia.
Lejos estoy de merecer mi ser
o de que el ser a mí me merezca,
hay mucho de maldad inocente
en todas las cosas,
algo que desprecio infinitamente
y sin embargo,
juzgo como fuerza
la inercia que al porvenir me arrastra.
3 comentarios:
Magnífico, sensible al ciento, cada vez que lo leo es como si fuera ciego y lo sintiera en las yemas de mis dedos.
solo una cosa, mereces tu "ser", sea este cual sea, y orgulloso estará el ser por merecerte.
¡Gracias!
Gala, recuerde lo que me dijo, en un día de optimismo y espere un porvenir maravilloso. Hasta el último día.
Filosófico y como tal profundo.
Muy bueno.
Saqué esta dirección de Blas... perdón por mi atrevimiento a ambos.
Un cordial saludo.
Alicia
Publicar un comentario