miércoles, 9 de mayo de 2007

Lo que pienso mientras escucho la Suite nro. 3 de Bach, con diez puchos y un cuarto de whisky.

El espera pacientemente a que las luces se apaguen. Saca la botella de su altar y arroja una medida. Antes puso prolijamente los hielos en su vaso predilecto. Los hielos parecen telarañas y a veces los observa desde muy cerca, con la nariz pegada al vidrio. El primer trago se siente como un blues desgarrado de la guitarra que nunca supo tocar; o de una armónica.
Es la noche de otro día muy normal, todo sigue un rumbo que él jamás planeó. Sabe que ha nacido para perder, y sin embargo, sigue pensando que un día talvez, ganará. En su entrecejo fruncido se acumulan milenios de certezas y olvidos, en su vaso, el hielo empieza a deshacerse. Afuera no hay nadie que esté esperándolo, nadie que todavía (y a pesar de todo) siga midiendo el tiempo con su nombre. Enciende otro cigarrillo y ahoga su espanto en una bocanada profundísima de tabaco. El aire está muy frío, toma un trago que condensa el calor en su garganta, no piensa en nada.
Bach llora con
él su pena abstracta, los hielos ya han desaparecido. Mañana será otro día de sol.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Ah! Qué viva, te la agarrás con la suite nro.3; de ahí prefiero el "aria". Ké me decís de la nro. 1 en Do Mayor: a)Ouverture b)Courante c)Gavotte d)Forlane e) Menuet f)Bouree g)Passepied ? Si además estás BUENA...ké más se le puede pedir a la vida?