Detente un momento y escucha:
Has dejado que el Azar diabólico
devore el sendero tras tus pasos
Y ahora la tierra se hunde
en un abismo maestro,
detente pues un momento y aprende:
Si no conduces, te conducen.
Si no ganas, pierdes.
La experiencia es una madre vengadora
cuya voz te resuena en la cabeza:
"Si de mí te vas, no hay vuelta"
Y ahora como el hijo del Hombre
ya no tienes donde reposar tus huesos.
Deja pues, esos cadáveres
y únete al reino de los vivos:
Más te valdrá la fatiga del ascenso
que descansar tres metros bajo tierra,
vacío.
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